Sueños lúcidos y algunos poemas combina relatos y poesía en una obra profundamente personal y crítica. ¿Cómo describirías tu identidad como escritor y qué te llevó a plasmar estos temas en tu primer libro?
El deseo de plasmar los recuerdos y, ¿por qué no?, teniendo en cuenta lo efímero de nuestra existencia que, llegado el momento de partir de este maravilloso mundo, te hace meditar que no nos llevaremos nada. Pero lo que sí podemos hacer es dejar algo a cambio. Al parecer, esa fue la chispa que detonó esa necesidad de dejar algo póstumo para mis familiares, amigos y el mundo entero.
En El padre Macario, presentas una narrativa disruptiva que aborda el abuso infantil desde una perspectiva cruda y violenta, culminando en un acto en el que uno de los niños abusados, ya adulto, se toma la justicia por su mano. ¿Cómo logras integrar esta denuncia social dentro de una narrativa literaria sin caer en el panfleto?
Sí, claro, actualmente muchos temas de este tipo son prohibidos o censurados en los medios de comunicación y, en particular, en las redes sociales, y no se pueden exponer de manera explícita. Lo quise lograr del modo más sensible. Aun así, habrá algunos que me cuestionen, pero lo que venga lo enfrentaré.
El relato El enviado de Dios establece un paralelo magistral entre los «atracos» que los líderes religiosos cometen y un asalto literal frente a una congregación. ¿Cómo trabajaste este paralelismo desde el punto de vista narrativo y qué buscaste transmitir con él?
No me fue difícil, ya que un tiempo atrás llegué a pertenecer a una de estas congregaciones religiosas, dándome cuenta de cómo lucran con la ingenuidad de las personas, que, más que ayudar al prójimo, son desvalijadas de sus ahorros, de sus propiedades y hasta de su tiempo de vida. Muchos ni siquiera se dan cuenta de que están siendo engañados.
Tu obra destaca por una fina ironía que permea tanto los relatos como los poemas. ¿Cómo desarrollas este recurso estilístico para que potencie el significado de tus historias sin desvirtuar su seriedad?
Creo que eso viene desde la juventud, cuando la usábamos entre amigos a manera de broma para describir alguna situación muy seria, lo cual hacíamos lo más solemne posible, por cierto.
El uso del sarcasmo y la ironía en tus relatos funciona como un lente crítico hacia temas sociales y religiosos. ¿Cómo defines el papel de estos recursos en la construcción de tu voz narrativa?
Me gusta. No puedo imaginarme escribir sin ironía o sarcasmo; son mis recursos. Por otro lado, es como gritarles sus verdades a quienes no aceptan que se las digan.
La memoria y el homenaje son temas recurrentes en tu libro, especialmente en los relatos dedicados a Manuel. Desde un punto de vista literario, ¿qué recursos empleaste para que el lector pueda conectar emocionalmente con estos textos?
Esta es la piedra angular por la que me aventuré a publicar estas historias, ya que, como les digo, las tenía guardadas años tras años en papel o en una memoria USB.
Manuel falleció el 5 de junio de 2022 de cáncer en el cerebro. Mi pareja por seis años. Aquí nadie podrá negar que quieres dejar algo póstumo: una carta, un poema, una historia, para que, cuando ya no estemos aquí, quienes nos lean nos hagan vivir nuevamente.
En relatos como los que abordan la religión, tu narrativa pareciera cuestionar estructuras de poder y moralidad. ¿Cómo decides el nivel de confrontación que incorporas en tu texto, y cómo crees que esto afecta la recepción del lector?
Como les vengo diciendo, pertenecí a una congregación evangélica por casi diez años. La Biblia es un libro que, para muchos, es considerado como el libro de libros porque creen que es un libro de moral intachable, de amor y esperanza; pero les aseguro que es todo lo contrario. Así que, para quitar un poco la venda de los ojos, escogí algunos capítulos de los más comunes que emplean los predicadores en sus sermones. Aprovechando ahora que está de moda lo que llaman «universo alterno», hice uso de este elemento para ridiculizar la solemnidad, seriedad y moralidad que, como les digo, distan mucho de ser una guía para una persona con razonamiento crítico.
El lenguaje en tu obra es directo pero poético, cargado de imágenes que evocan tanto crítica como melancolía. ¿Qué importancia le das a la elección de las palabras en la creación de este tono dual?
El hecho de haber sido expulsado a este mundo tan lleno de caos, en el cual, al tener suficiente uso de razón, me incliné más hacia la tristeza con baja autoestima, me llevó a comenzar a vivir mi propia realidad. La elección de palabras casi viene por sí sola, tratando de darle forma a las cosas y situaciones que miro.
Podríamos fingir ser fuertes, pero en nuestro interior sabemos quiénes somos y no podemos evitar transmitirlo a los demás.
La infancia, la familia y los recuerdos son pilares fundamentales de tu libro. Desde un análisis literario, ¿cómo estructuraste los relatos que abordan estas temáticas para que fueran universales y personales al mismo tiempo?
Visitar la biblioteca y elegir a mis maestros sobre este género fue fundamental. Cualquiera puede visitar las bibliotecas y buscar los libros que te hagan sentir una emoción desbordada; así fui encontrando a mis maestros. En mis relatos no busqué el estilo, mucho menos copiar a esos maestros. Solo escribí lo que me venía de adentro, así, sin estilo, pero con una sinceridad que me salía de las entrañas.
Tu obra pareciera invitar al lector no solo a reflexionar, sino también a cuestionar su posición frente a los temas que abordas. ¿Cómo estructuraste el libro para que funcionara también como un diálogo con el lector?
Espero haber logrado ese diálogo con el lector, pero me conformaría con que algunos de mis relatos puedan identificarlos y les hagan sonreír o, quizá, meditar sobre esas cuestiones humanas y universales como la tristeza, la soledad, la pérdida de un ser amado, etcétera.
¿Cómo han reaccionado los lectores ante tu obra? ¿Qué comentarios o reflexiones te han sorprendido más desde la publicación de Sueños lúcidos y algunos poemas?
Aquel dicho que reza… «Nadie es profeta en su tierra». Sueños lúcidos ha tenido poco éxito ya que, por una parte, la mayoría de las personas han perdido el hábito de leer y, por otra, la escasa promoción que he hecho.
¿Qué sigue después de Sueños lúcidos y algunos poemas? ¿Estás trabajando en un nuevo proyecto o explorando otras formas de expresión artística?
Por el momento, no…
Aun así, si Sueños lúcidos y algunos poemas fuera mi único libro, me doy por bien servido y puedo despedirme felizmente de este maravilloso mundo. Gracias.
Puedes adquirir el libro en el siguiente enlace: Sueños lúcidos y algunos poemas